Apuestas online: 9 signos de ludopatía en los jóvenes y cómo deben actuar los padres

La ludopatía es un trastorno psicológico que implica una compulsión a apostar, lo cual puede perjudicar la vida personal y social con graves consecuencias.

La ludopatía es un trastorno psicológico que implica una compulsión a apostar, lo cual puede perjudicar la vida personal y social con graves consecuencias.

Según lo define Manuel González Oscoy, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) “la ludopatía es una adicción psicológica que no involucra sustancias externas o del organismo en sí para desarrollarse”.

Históricamente, los jugadores patológicos eran adultos mayores de 45 años, pero la modalidad de juego virtual ha desplazado este perfil hacia jóvenes de 15 a 35 años, debido a la accesibilidad a las apuestas online a través de dispositivos móviles.

En Argentina, según un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires el 12,5% de los jóvenes argentinos de entre 15 y 24 años ha apostado online en algún momento de su vida. Esta cifra aumenta al 15,5% en el grupo de 25 a 34 años.

Se trata de un fenómeno mundial. En el caso de México, por ejemplo, existen datos de incidencia con cifras que engloban a todas las edades. “Se considera que la ludopatía tiene una prevalencia de aparición de entre uno y tres por ciento de la población. En México, estamos cerca de los 130 millones de habitantes y, si tomamos como referencia la prevalencia, entonces hay un rango como de 3,9 millones de ludópatas en el país”, dijo González Oscoy a la revista UNAM Global.

En tanto, en Chile la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago y la Corporación Juego Responsable realizó una encuesta según la cual el 11,7% del universo consultado tiene problemas asociados al juego, en contraposición con los consumidores de drogas duras como la cocaína o la pasta base que son el 2,2%.

El fenómeno crece en preocupación cuando se observa que la edad de inicio en las apuestas baja. Una respuesta a esto adoptó recientemente la Ciudad de Buenos Aires que decidió no otorgar nuevas licencias para apuestas online, con el objetivo de proteger la salud mental de los jóvenes. También el gobierno porteño implementó medidas para regular la publicidad de apuestas y ha intimado a influencers y celebridades a cesar su promoción, advirtiéndoles sobre posibles acciones legales.

¿Cuáles son los riesgos de las apuestas online para la salud mental de los jóvenes? El doctor Federico Pavlovsky, médico psiquiatra, director de Dispositivo Pavlovsky, institución que brinda asistencia a personas con consumos problemáticos y a sus familiares explicó: “Desde los 90 se reconoce a la ludopatía como una enfermedad específica por la Organización Mundial de la Salud. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de la época previa a las redes sociales y las apuestas online. La persona con ludopatía tiene un impulso irrefrenable de jugar a pesar de que es consciente de las consecuencias que esa conducta puede traerle en términos personales, familiares, vinculares, sociales y económicos”, señaló el psiquiatra que acaba de publicar “Apuestas online. La tormenta perfecta”, de Noveduc Libros.

Pavlovsky agregó que se ha producido una transformación de forma reciente: “La ludopatía, en su vertiente clásica como las apuestas de caballos o en el casino, sigue existiendo, pero se ha producido un desplazamiento hacia las apuestas online en todo el mundo debido al auge tecnológico, la inteligencia artificial, la publicidad y las plataformas que potencian el problema”.

Y advirtió: “Esto nunca lo vimos, el marketing y la publicidad está dirigida a la gente joven y los chicos están apostando. Esto ya es un hecho social. Están apostando en la playa, cuando van a jugar al fútbol, en el vestuario, y en la clase, ni siquiera en el recreo, porque se puede apostar a dos clics”.

Por su parte, el doctor Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista, sostuvo que el niño, al igual que el adulto, ante la ludopatía ocultará su comportamiento, “buscará maneras que pueden implicar peligros diversos, dinero e irá descuidando progresivamente otras áreas, entre ellas el juego en su faceta positiva, en detrimento de esta forma más automática y de retribución comportamental inmediata”.

Así, algunos indicadores de ludopatía en niños y adolescentes son, según De Rosa Alabaster:                                                 1- Apostar cuando se siente ansioso o deprimido
2- Irritación si no juega (no despegarse del Smartphone)
3- Pedir dinero a otras personas: a otros familiares (abuelos) o a amigos, solicitando que no se lo comunique a los padres
4- Vender sus pertenencias, como por ejemplo, otros juegos
5- Robar a compañeros o a los padres
6- Arriesgar aspectos importantes de su vida como amistades y estudios por el juego
7- Búsqueda de revancha, perder dinero, pero tener la fantasía de una apuesta que lo recupere y así apostar cada vez más dinero
8- Mentir negando que juegue con frecuencia
9- Intentar dejarlo, pero ser incapaz

En cuanto a las consecuencias de la ludopatía De Rosa Alabaster enumeró las siguientes:                                          Problemas emocionales y psicológicos, como cambios de humor, ansiedad, tristeza, irritabilidad, e insomnio
Deterioro de las dinámicas familiares, como la afectividad, la comunicación, etc.
Sintomatología física difusa como cefaleas, pérdida de peso, fatiga frecuente, disminución de la actividad motora etc.
Limitación no solo de la comunicación sino del vocabulario, pérdida de amistades y contacto con la familia, y comportamiento huraño e irritable
Disminución del rendimiento académico y laboral, desmotivación e irresponsabilidad, faltas injustificadas y abandono del trabajo o los estudios
Desatención y desinterés, disminución de las actividades, pérdida de relaciones significativas y aislamiento
Problemas legales y judiciales

Según los expertos, tanto los padres como los educadores juegan un rol fundamental en la detección, prevención y tratamiento de la compulsión al juego.

González Oscoy, de la UNAM, recomendó la consulta con especialistas en salud mental y destacó el papel de los grupos en los que se trata estas temáticas. “Lo que se busca con los grupos de apoyo es alcanzar una fraternidad que permita tanto a hombres como mujeres compartir sus experiencias y fortalecerse, ayudarse y ayudar a otros a evitar que caigan o a recuperarse”.

Para De Rosa Alabaster es fundamental que, en el caso de los adolescentes, los padres definan horarios para el uso de dispositivos electrónicos y supervisar el contenido al que acceden los niños. “Esto se suele plantear como una imposibilidad, sin embargo, será esencial para otro tipo de límites a edades y problemas mayores”, destacó el psiquiatra.

También indicó intentar generar espacios de deportes, hobbies o actividades sociales que ofrezcan satisfacción y alejen al niño del entorno virtual.

Por otro lado, Pavlovsky destacó que lo que hay que evitar es que los chicos lleguen al consultorio en situaciones muy tardías y extremas, generalmente motivados por grandes deudas. “Es muy importante que los padres y las madres sepan que hay una generación de chicos entre 13 y 14 a 20 años, que es muy posible que tengan acceso a las apuestas, gracias a la gran maquinaria de la publicidad, del marketing y de las empresas de apuestas. Del mismo modo, también tienen acceso irrestricto a la pornografía, que es otro gran problema del que por ahora se habla poco. Eso no significa que todos los chicos que tienen acceso a las apuestas se transformen en adictos a las apuestas, pero sí que tienen acceso a ese ámbito”, remarcó el médico.

Finalmente, los expertos recomiendan solicitar ayuda profesional a un psicólogo o psiquiatra si se observan signos de compulsión al juego. “Es muy importante poder tener una mirada profesional ya que existen una serie de problemas asociados que pueden estar siendo encubiertos por el juego: cambios de comportamiento, señales de aislamiento, irritabilidad o cambios en los patrones de sueño y alimentación, todos elementos a considerar”, concluyó De Rosa Alabaster.

Por su parte, Pavlovsky también recomendó asesoría legal, “porque hay un uso muy disfuncional de todos los recursos económicos que en ocasiones terminan en problemas legales, crediticios, financieros y que es necesario resolver con ayuda de abogados. Esto es muy importante porque muchas veces es la familia la que está comprometida legalmente”, finalizó.

Por último, desde Chicos.net recomiendan a los padres dar el ejemplo. “Hacer un uso equilibrado de los dispositivos y no promover el uso de aplicaciones de apuestas. Reflexionar sobre los propios usos y límites de los medios digitales”.

Fuente: Infobae

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